miércoles, 3 de marzo de 2021

No hay nada escrito

Se siente muy bien cuando alguien te dice que haces bien una cosa.

Una cosa como cualquier cosa. ¡Buen trabajo! ¡Que buen desempeño! ¡No sabía que hacías eso! ¿Wow, qué haces allá? ¿Por qué haces esto? ¡No imaginé que hicieras eso!

Debes hacer lo que te dicte el corazón, por tradición o por convicción. 

Tu éres lo que haces.

Tu éres lo que siembras.

Tu éres lo que comes.

Tu éres lo que promueves.

Tu éres lo que pintas.

Tu éres lo que escribes.

No es el ser o no ser, como muchos con crisis existencial se preguntan en algún momento. 

Tu éres lo que haces.

 Tu éres lo que crees,

 y eso es suficiente.

Que si hiciste esto y aquello. No importa.

Lo que importa es lo que haces y continuarás haciendo.

Siempre hay errores, pero no debes dejar que tus errores te definan.

Siempre hay felicidad, pero no debes dejar que tu felicidad te defina.

Siempre hay tristeza, pero no debes dejar que tu tristeza te defina.

Siempre hay soledad, pero no debes dejar que tu soledad te defina.

Siempre hay un que será o un lo que fué, pero no debes dejar que tiempos ajenos al presente te definan.

Somos efímeros.

No hay nada escrito.

jueves, 11 de febrero de 2021

El ciclo

Otro día, otro ciclo.
De un lado al otro, a la oficina, al bar, a la ceremonia, a la escuela, al gimnasio, los amigos, la pareja, los problemas.

El ciclo del bienestar, de la falsedad. De la comodidad del que vendrá, porque siempre es bueno hacer cosas para el futuro, para el presente. ¿Quién decide sino yo, que soy el actor de mi vida, para sobrevivir y disfrutar de ella? El ciclo termina, el ciclo se convierte en otro ciclo. Ciclo de incertidumbre, de no hacer, o de hacer solo por hacer.
¿Cuál es el punto? Rescatar al planeta, dejar la huella, perfecto. ¿Quieres una vida serena y calma, o una llena de aventuras? Hecho. ¿Una de ansiedad y retos diarios? Concedido.
La vida es complicada, no todo es dinero, pero necesito dinero. No todo es familia, pero necesito un abrazo, una caricia. No todo es sueños, pero necesito soñar,. Todo es balance, pero nadie vive en balance. 

El ciclo no es ciclo. El ciclo está ahí porque decidimos que hay ciclo.

El ciclo es conformidad. Es fácil estar en el ciclo. Es necesario.

La vida es encontrar el mejor ciclo. Donde podemos sacrificar fácilmente cualquier cosa, cualquier relación  y amistad, para ser felices, aunque sea por un momento.
Algunos días maldije al ciclo, otros días me sentí afortunado, muy afortunado del ciclo.

Es curioso, mucho de lo que queremos en el ciclo pertence a otro ciclo, como la escuela, la vida de jóven adulto, la vida aventurera, la vida enamorada, la vida en familia.

La vida es, de alguna forma, ajustar todos los ciclos, y es muy dificil ajustarlos a nuestras espectativas. Los ciclos que se fueron no vendrán.
Los ciclos que vienen no se sabe si vienen.
Y heme aquí, en el ciclo de la nostalgia, del que será, y del que fué.

En busca del camino

 Arriba y abajo, dirección.
Conscientes de la meta, sin preguntarse si es el mejor camino.
Derecha o Izquierda. Solitud.
¿Quieres compañía? Puedes encontrar el camino por ti mismo. Ese no es el problema. Podrías encontrar el camino con alguien más y sentirte igualmente solo.

La incertidumbre es universal. ¿La solución? Compartir el camino, compartir la vereda. La vida es muy corta para encontrar al perfecto aventurero que sabe para donde ir.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Morfeo

Y estabas ahí, mirándonos cara a cara mientras mientras hacías una pregunta que casi nunca me pregunto últimamente: ¿Recuerdas la última vez que soñaste?

Todo mundo habla de soñar para describir algo ideal, algo que es inalcanzable y forma parte de nuestra vida como lo místico que somos por lo que somos, pero alguna vez te has preguntado ¿Cuándo fue la última vez que soñaste?

Una pregunta muy interesante ligada a la primera (mi interlocutor era un desconocido muy familiar): ¿Qué te gustaría soñar?

De pequeño soñaba con cosas del otro mundo, ahora sueño con cosas que solo existen aquí en nuestro planeta. Es un poco triste pues se vuelve monótono con el paso del tiempo, que ya ni mis propios sueños puedo concebir una vez que me levanto para seguir con la rutina.

¿Qué es ese sueño que tanto persigues?

Los sueños se hicieron para imaginar y pensar en lo absurdo o conveniente que resultan las cosas en nuestra cabeza. Se hicieron para mitigar o enriquecer nuestra humanidad, lo que nos hace razonar, componer canciones y poesía, lo que nos hace amar a la vida. Miles de ideas  y que ellas mismas renacieron otras para crear las que existen en la cabeza, las que forman los sueños. Por eso creo que los sueños ya no son tan originales, porque ahora casi todo mundo sueña lo mismo, aunque en muchas ocasiones no siempre es así. 

Fama, fortuna, dinero, bienes materiales, tranquilidad, relajación, jugar sin cesar. Antes soñaba con atardeceres, con tulipanes en una llanura  y con poderes sobrenaturales, convivía con la gente que quería y con la que no quería por igual. Soñaba con ser pirata o con Jackie Chan, últimamente no recuerdo ni cuándo fue la primera vez que dormí y soñé por largas semanas.

¿A dónde se fue mi sueño?

Tal vez se fue con las responsabilidades, otras veces pienso que mutó en personas amigables y ahora forman parte de mi realidad y no mis sueños. A veces me digo a mi mismo que los sueños se hicieron para quedarse solo como sueños, pero existen ocasiones en que los sueños parecen ser la realidad, y la realidad un sueño muy lúcido.

¿Extraño alguno de mis sueños?

Si, muchas veces extraño, con mucha fuerza, pero el tiempo me ha enseñado que es mejor soñar que extrañar, y que el mundo real está repleto de sueños originales e interesantes, sueños que gustan de tomarse el tiempo para soñar con uno, sueños que prestan atención, sueños que no tienen miedo de comer chiles jalapeños y enchilarse siempre con el segundo.

¿Quieres soñar?

No he perdido la esperanza de soñar y , en caso de que me suceda esta noche, espero soñar con algo especial.

Y, habiendo contestado esta interrogativa, confusa y abstracta como las demás, morfeo procedió a apaciguar mis dolencias, cansancios y malestares, para traerme de vuelta a este bar, como por un instante, donde pregunté de la misma forma a mi acompañante: ¿Cuándo fue la última vez que soñaste?.



-- Lalo

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Letras Traicioneras

Día tras día, al pasar los meses he aprendido a olvidar, a dejar de lado a las personas. Tal vez por capricho propio o porque alguien lastimo mi confianza, se la otorgó a otras personas o simplemente ya no se sentía a gusto a mi lado. Hoy en día me siento terrible por lo que ha pasado. Y lo que ha pasado es que reaprendí a recordar, a reanimar esos momentos que nos transforman en un instante.

Recordé viejas tardes compartidas, viejos dibujos llenos de inocencia y afecto puro.
Recordé porque me enamore de tu sonrisa y  de por que hice cosas tan estúpidas.
Recordé lo mucho que te gustan los libros, y con ello recordé a todos los autores que te agradan.
Recordé tus anhelos, tus pasiones, tu modo de ser, tus modismos y tu habitual comportamiento bizarro.
Recordé momentos tristes y momentos alegres, momentos privados y largos.
Recordé esa sensacion de flotar entre sensaciones al saber que formaba parte de tus sueños.
Recordé tu animal favorito, tu color favorito, tu aroma, tu compañía.
Recordé muchas cosas que ojala se hubieran perdido en alguna laguna mental, que se quedaran en un momento y solo se quedaran, dejandome en paz.
Recordé todo ese afecto, afecto que aun te tengo y revivió muy dentro de mi; libere a la bestia y ahora no la puedo controlar.

¿Porque hago lo que hago por ti si tu ya no piensas en mi?  ¿Por que se supone que tengo que mortificarme con cosas que no son? ¿Es que acaso soy estúpido?

Es lógico, impensable, inaudito y muchos otros adjetivos con los cuales me sentiría conforme para describir mi situación, y sin embargo la conservo y la arropo. Es por eso y por muchas cosas que dije cuando encerré estos sentimientos y que ahora se me escapan como el aire que exhalo, que me permito un momento para reflexionar lo irracional.


Tal vez nunca mas sientas lo que sentiste por mi, tal vez nunca entienda porque haces las cosas que haces. De lo único que estoy seguro es que vivirás en mi mente cuando no tenga ganas de hablar, cuando camine y divague con el viento, con las nubes y el cielo. Esos días te reviviré y no podre evitar imaginar de nuevo estas letras traicioneras.

-- Lalo

viernes, 15 de noviembre de 2013

¡Focus!

<<¡Focus!>>, es lo que grito en mi mente cada vez que pasan cosas súbitas. La verdad es que nada nunca se debe esperar, pero debido a las costumbres que gobiernan nuestras vidas, el hecho de salirse, no un poco sino un mucho, de lo que generalizamos como lo “más normal”, nuestro espíritu tiende a reaccionar con revolturas de sentir. Bueno al menos en mi caso me desúbica, como que es demasiada información de madrazo, demasiadas desiciones, demasiadas cosas. Si, soy un hombre de pocas necesidades, o que satisface cada una de ellas una a la vez, creo que así es más divertido, y por lo tanto menos estresante.

No sé, pero seguiré gritandome <<¡Focus!>>, hasta que llegue el día esperado... el día en que haré berrinche porque el comandante graff hechó por la borda el trabajo robótico de los que son protagonistas de Ender's Game... ¡pero bueno!, a esto me refiero, mi cabeza tiene tanto desmadre que cuando le hechan la gota que derrama el vaso de repente ya no sé en que debo concentrarme más...



Focus Focus Focus... será mi mantra ahora, por ahora.

martes, 12 de noviembre de 2013

Volar

Primero, reabro este blog con la única e inpensable necesidad de escribir... sí, solo de escribir. Así que empezaré a escribir sobre la sensación de volar.

Bueno pues, volar es, es, es como trasladarte de un lugar a otro por medio de unas alas y haciendo uso de un canal de conducción provisto de aire para permitir el aleteo. ¡Listo!, he descrito como es volar desde un punto de vista más o menos práctico (yo no he volado con alas pero sé que las aves así lo hacen ._.).Pero bueno, dejémos de lado el visto práctico de las aves, que como humano les describiré lo que es volar.

Volar es un sentimiento único. Suele estar acompañado de la eufória o simple y llana felicidad confundida (o como suelo llamarla, felicidad borracha). Se presenta de muchas y diversas formas:
Suele estar presente por ejemplo cuando corres y sientes la brisa tocar tu cara humedecida por el esfuerzo y la tenacidad de seguir adelante.
Suele venir a tu sentir cuando alguien te hace un cariñito y contemplas unos ojos cristalinos que examinan cada ápice de alma que pudiera verse reflejado en tus pupilas.
Suele presentarse en Octubre o en Noviembre como una tazita de chocolate caliente justamente cuando tus extremidades salieron a volar, irónicamente.
Como cuando ves pasar un ave y te alegras simplemente por que así te lo dicta la sonrisa que se dibuja incontrolablemente.

Eso es volar para mi. Es ser consciente de cosas que fueron diseñadas para no tenerlas en mente, sino en tu corazón.
Vuelas en tu imaginación, en tus sueños. Vuelas en los parapentes y en las hojas de los árboles que caen marchitas y renacen cuales fénix al llegar la primavera.
Vuelas de ahí para allá, cálida y espontáneamente, pues nunca sabes cuando empezarás a volar ;).
Me encanta volar, y me gusta observar a la gente mientras vuela.

Por eso muchas veces me pregunto: ¿De qué manera me gusta más volar?
No espero contestarla en mucho tiempo, solo que es interesante plantearla y saborearla hasta el día del aterrizaje. Espero y ustedes lo saboreen también.

¡Buen día!

~~ Lalo