miércoles, 24 de septiembre de 2014

Morfeo

Y estabas ahí, mirándonos cara a cara mientras mientras hacías una pregunta que casi nunca me pregunto últimamente: ¿Recuerdas la última vez que soñaste?

Todo mundo habla de soñar para describir algo ideal, algo que es inalcanzable y forma parte de nuestra vida como lo místico que somos por lo que somos, pero alguna vez te has preguntado ¿Cuándo fue la última vez que soñaste?

Una pregunta muy interesante ligada a la primera (mi interlocutor era un desconocido muy familiar): ¿Qué te gustaría soñar?

De pequeño soñaba con cosas del otro mundo, ahora sueño con cosas que solo existen aquí en nuestro planeta. Es un poco triste pues se vuelve monótono con el paso del tiempo, que ya ni mis propios sueños puedo concebir una vez que me levanto para seguir con la rutina.

¿Qué es ese sueño que tanto persigues?

Los sueños se hicieron para imaginar y pensar en lo absurdo o conveniente que resultan las cosas en nuestra cabeza. Se hicieron para mitigar o enriquecer nuestra humanidad, lo que nos hace razonar, componer canciones y poesía, lo que nos hace amar a la vida. Miles de ideas  y que ellas mismas renacieron otras para crear las que existen en la cabeza, las que forman los sueños. Por eso creo que los sueños ya no son tan originales, porque ahora casi todo mundo sueña lo mismo, aunque en muchas ocasiones no siempre es así. 

Fama, fortuna, dinero, bienes materiales, tranquilidad, relajación, jugar sin cesar. Antes soñaba con atardeceres, con tulipanes en una llanura  y con poderes sobrenaturales, convivía con la gente que quería y con la que no quería por igual. Soñaba con ser pirata o con Jackie Chan, últimamente no recuerdo ni cuándo fue la primera vez que dormí y soñé por largas semanas.

¿A dónde se fue mi sueño?

Tal vez se fue con las responsabilidades, otras veces pienso que mutó en personas amigables y ahora forman parte de mi realidad y no mis sueños. A veces me digo a mi mismo que los sueños se hicieron para quedarse solo como sueños, pero existen ocasiones en que los sueños parecen ser la realidad, y la realidad un sueño muy lúcido.

¿Extraño alguno de mis sueños?

Si, muchas veces extraño, con mucha fuerza, pero el tiempo me ha enseñado que es mejor soñar que extrañar, y que el mundo real está repleto de sueños originales e interesantes, sueños que gustan de tomarse el tiempo para soñar con uno, sueños que prestan atención, sueños que no tienen miedo de comer chiles jalapeños y enchilarse siempre con el segundo.

¿Quieres soñar?

No he perdido la esperanza de soñar y , en caso de que me suceda esta noche, espero soñar con algo especial.

Y, habiendo contestado esta interrogativa, confusa y abstracta como las demás, morfeo procedió a apaciguar mis dolencias, cansancios y malestares, para traerme de vuelta a este bar, como por un instante, donde pregunté de la misma forma a mi acompañante: ¿Cuándo fue la última vez que soñaste?.



-- Lalo